¿ES BUENO DORMIR EN EL SUELO? BENEFICIOS E INCONVENIENTES

A la hora de descansar es de total importancia la alineación y posición del cuerpo con respecto a sus ejes naturales y trabajo muscular. Cuando dormimos pasamos una cantidad de horas considerables sin movernos, en la misma posición o sometidos a la misma materialidad, que suele ser la causa de la mayoría de las molestias y dolencias que sufrimos la mayoría de las personas al despertar, por ende, la forma en la que disponemos de nuestro tiempo de sueño afecta totalmente nuestra manera de dormir y la calidad de sueño, factor importante y vital que se manifiesta también en el desarrollo ideal de nuestro día y de nuestra salud.

Los colchones comunes del mercado están diseñados para adaptarse y moldearse a la forma del cuerpo de quien lo usa y a la forma en la que nos disponemos sobre ellos, materiales como el “memory foam”, uno de los más buscados y populares por su capacidad de tomar la huella de presión del cuerpo, son los más perjudiciales a largo plazo, causan un efecto de hundimiento donde el cuerpo encaja, obligándote a tener una sola posición durante las horas de sueños, prohibiendo el giro y limitando el movimiento natural del cuerpo, siendo principal causante de tensiones y contracturas musculares. También puede derivar en cefaleas o desviaciones óseas crónicas.

En cambio, el suelo es una superficie recta, firme y sin ondulaciones ni malformaciones como un colchón común, método ortodoxo que destaca por sus beneficios

Los problemas del lumbago y las molestias de la espalda son uno de los principales temas de salud sobre dolencias colectivas. Nuestra sociedad nos dispones a pasar muchas horas sentados en el escritorio frente a un ordenador, tener poco o malos hábitos de actividad física o porque no dormimos en posiciones que nos beneficien, como dormir de costado causando que las caderas o los hombros se desbalanceen. Si decidimos cambiar el estilo de descanso podemos alterar de forma positiva nuestros dolores de espalda.

Cuando dormimos sin colchón siempre mantenemos una alineación derecha de nuestro cuerpo la espina dorsal estará más recta y distendida, sin causar que nuestros músculos o huesos busquen mantener alguna estabilidad, logrando mayor tiempo de descanso de calidad y sin adoptar posturas que podrían causarnos dolor en la espalda o la nuca durante el día, ayudándonos a evitar sentir pesadez corporal al despertar y a reducir los dolores en la espalda baja. Además, al dormir sobre una superficie plana, se ejerce presión sobre las diferentes partes del cuerpo, haciendo las veces de un masaje constante que fortalece los músculos. Incluso durmiendo de lado en una estera en el suelo notarás cómo tu cuerpo está más alineado y no sufres tantas contracturas. Notaras muchos cambios desde el primer día de utilizar este método, sobretodo en la forma en la que se maneja la energía de tu día a día a raíz de un descanso adecuado.

Otros de los beneficios a destacar es el espacio que se ahorra en nuestras viviendas cuando sustituimos la cama convencional y se reutiliza el espacio de una forma más versátil y funcional. Dependiendo del método que se utiliza para dormir se puede manejar de distinta forma: si se utiliza un futon o tatami, se puede guardar en cualquier mueble durante el día para que el ambiente este libre para otras actividades y usarse solo en la noche. Tienen una gran facilidad para moverse y sustituirse.

Comprar una estera o colchoneta es mucho más económico que adquirir una cama. Además de no necesitar colchón o ropas de cama extras, lo que lo hace ideal si nos estamos mudando recientemente o contamos con presupuestos muy ajustados, así como también de poder adquirir varios y tenerlos disponibles para visitas, buenos para disponerlos en cualquier parte de nuestro hogar sin mayores estragos, esfuerzos o planificación.

Aun así, dormir sin colchón no es para todos, desde el punto de vista de cada quien puede o no tener su lado malo, ya que la biología de cada quien y sus afectaciones son distintas. Así que, aunque algunos sienten mejorías, otros tantos terminan sintiéndose más incomodos que antes, particularmente si han tenido lesiones previas, problemas de peso o ameritan condiciones especiales. Algunas personas con dolores agudos descubren que cambiar de posición o usar una superficie más dura si les ayuda a mitigar su dolor, y también están aquellas que necesitan cierta sensación o soporte especial que habitúan para poder sentirse bien. Ya que se trata principalmente de proteger la alineación de nuestra columna vertebral, lo cual puede significar cosas distintas para cada quien, lo ideal es experimentar, probar y seleccionar la manera que más se acomode a nuestras necesidades.

Dicho esto, salen a relucir algunas desventajas a tomar en consideración:

• Como mencionamos antes no es algo que asegurara curar dolores de espalda, si eres de los que utiliza algo para separarte del suelo, este podría ser o no de muy mala calidad e incluso hacer aparecer nuevos malestares.
• Otro punto importante y muy evidente, es la suciedad y el polvo presente en el suelo, al dormir a nivel del suelo nos exponemos a que el polvo se asiente sobre nuestra colchoneta o sobre nosotros. Es vital la limpieza constante y adecuado higienización del espacio que disponemos para dormir, para prevenir que nos provoquemos afecciones respiratorias o reacciones alérgicas.
• En lugares con climas poco nobles, el frio del suelo puede transferirse hacia nuestro cuerpo y enfermarnos o tensar los músculos causándonos malestar.
• Hay que estar conscientes de que dormir en el suelo nos afectara físicamente, la simple acción de levantarnos y acostarnos en el suelo supone un esfuerzo mayor que puede no ser buena para personas de edad avanzada, así como también la rutina de mover o recoger nuestra esterilla o colchón en caso de usarlo.
• Al dormir en el suelo hacemos que nuestros músculos trabajen de una forma distinta, pasiva pero constante, los primeros días notaremos cierta tensión muscular como de hacer ejercicio, lo que podría parecer un gran inconveniente para aquellos que no habitúan tener actividad física deportiva.

Si aun teniendo todo esto en consideración estas decidido a probarlo, es importante intentar esto por más de unos pocos días para poder habituarnos bien sin hacernos daño y tomar ciertos consejos en consideración:

1. Cambia de lado del colchón: cambiar nuestros hábitos de sueño siempre deben ser una transición, lo primero que se recomienda hacer es cambiar de lado de la cama, si antes dormíamos a la derecha, ahora lo haremos a la izquierda, para habituar nuestro cuerpo y nuestra mente al cambio.

2. Cambia de habitación o de cama: esto también forma parte del adaptarse a un nuevo ambiente o texturas a la hora de dormir.

3. Sustituye el colchón por otro material: a la hora de escoger materiales ligeros para dormir en el suelo hay varias opciones, se puede empezar con una colchoneta delgada o futon, un cojín de goma espuma, que es un material muy durable y denso, una esterilla, o tan simple como un saco de dormir, que pueden ser de material duradero y son excelentes a la hora de buscar confort térmico, nos ayudan a no sentir mucha diferencia de descansar en una cama, son económicas y variadas.

4. Llego la hora de deshacerse de los apoyos: esta es la etapa final en la que ya podremos estar listos para dormir en el suelo sin sentir mayores incomodidades o que nos cueste adaptarnos a la sensación.